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Mostrando entradas de 2014

El relativismo moral tiene un precio...

... que tal vez terminen pagando nuestros hijos. 23/12/2014 La semana pasada he estado unos días en Marruecos, por motivos de trabajo. No voy a detallar las cosas que me sorprendieron -unas agradablemente, otras de manera decididamente molesta- pero sí quiero comentar dos aspectos que me han hecho cavilar bastante a la vuelta. El primero de ellos la defensa de un alto funcionario marroquí de la sensatez de incluir en la reglamentación de la vida civil de aquellos aspectos de la religión (musulmana) que pudieran ayudar a orientar el comportamiento de las personas.  El segundo la reacción de algunos europeos ante esta afirmación, al aceptar por un lado que esto pudiera ser conveniente dado que se trata de "su cultura" y, al rechazar, por otro, la hipótesis de que los valores europeos pudieran ser moralmente superiores.  De verdad que aún no salgo de mi asombro: ¿o sea, que en Europa en general y en España en particular, hemos llegado a un punto en que por d

Compasión y cobardía

10 de octubre de 2014 Hoy el Comité Nobel de Noruega ha concedido el Premio Nobel de la Paz a Kaylash Satyarthi y a Malala Yousafzai . Una adolescente paquistaní musulmana a la que la barbarie de los talibanes estuvo a punto de matar por el delito de ir a la escuela, contarlo y defender el derecho de las niñas a la educación. Y un activista indio que lleva años liderando la lucha pacífica contra el trabajo infantil, en su país y en todo el mundo, difundiendo el mensaje de que los niños necesitan educación como el medio más seguro de alcanzar una vida digna y una sociedad mejor. Y hoy, en un hospital de Madrid, Teresa Romero, auxiliar de enfermería, contagiada de Ébola por atender a un paciente con esa misma enfermedad, gravísima, sin cura y extremadamente contagiosa, permanece en estado crítico. Son ejemplos de que hacer lo que debemos no es siempre fácil, ni siquiera seguro, ni mucho menos agradable. Ejemplos de cómo hemos olvidado, en nuestra protegida y c

La falacia del progreso

Google+ 12 de septiembre de 2014 Una de las ideas que nos dejó en herencia la revolución industrial del siglo XIX, al menos en Europa y en América, fue la creencia en el progreso ininterrumpido de la sociedad. El convencimiento de que el esfuerzo humano generaría, de manera continuada, avances en todas las áreas de la vida y el conocimiento y que esos avances, más o menos rápido, se traducirían en mejores condiciones de vida para todos los miembros de la sociedad. Sobre ese optimismo que podríamos calificar de científico, en la medida en que espera todos esos avances del cada vez mayor y mejor conocimiento de la naturaleza, muy diversas teorías políticas trataron de diseñar sociedades que aseguraran tanto el efectivo desarrollo de los avances como la mejor difusión de sus beneficios y ahí están las diversas utopías anarquistas y comunistas. Las atroces guerras del siglo XX y los millones de muertos de esas utopías puestas en práctica no fueron suficientes para que las sociedades o

Mercado y moral, fanatismo y tolerancia

29 de agosto de 2014 Llevo ya una temporada larga escuchando a moralistas de toda índole hablar de las maldades del mercado, de la perversidad del capitalismo, de la corrupción de la banca y de la falta de honradez de las empresas. Las recetas ofrecidas para poner remedio a todos estos males varían, desde las más radicales (si la raíz de todos ellos es el capitalismo como sistema, erradiquemos éste y desaparecerán) a las más intervencionistas (el problema es la falta de regulación, hagamos que el Estado intervenga en todos los sectores de actividad y eso eliminará comportamientos irregulares) sin descuidar las utópicas (los individuos persiguen su interés individual porque se han educado en un sistema sin principios, creemos un sistema solidario y todos los "hombres nuevos" se dedicarán con afán al interés ajeno). Y, en mi opinión, tanto el problema como la solución, están en las personas: si una persona no tiene principios morales, si no le importa lo que está

Lo caro no son las TIC

4/7/2014 Si crees que la educación es cara, prueba con la ignorancia. ( Derek Bok ) Desde hace cierto tiempo, y en el contexto de la ejecución de las medidas con contenido TIC de CORA , la Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas, se viene escuchando de modo repetido el mensaje de que "las TIC de la administración son caras". Y, en ocasiones, incluso, se oye que la Administración General del Estado gasta más que alguno de los grandes bancos españoles en TIC, como si esto fuera un argumento definitivo. Pues bien, parafraseando a Derek Bok, si piensa usted que las TIC son caras, ¡pruebe sin ellas! Las TIC de la Administración General del Estado NO son caras. Según el Informe REINA 2013 , publicado por el Ministerio de Hacienda y Administración Pública, en el año 2012 el total de costes asociados a las TIC en la Administración General del Estado (Ministerios, Organismos Autónomos, Entidades Gestoras de la Seguridad Social, Agencias Estat

Lo que vale tu palabra (II)

4 de junio de 2014 ¿Por qué tengo que cumplir el código civil si no lo he votado? Siguiendo con los temas estrella de la temporada: elecciones europeas y abdicación, hoy me hago, y os hago, esta pregunta. Y planteo algunas más, por si queréis seguiros interrogando. Si el hecho de no haber votado la Constitución te exime de cumplirla o se considera argumento válido para cuestionar su vigencia: ¿qué deberían hacer los Estados Unidos de Norteamérica , que tienen la misma desde 1787? ¿o Francia , que promulgó la última en 1958? ¿o el Reino Unido , que no tiene constitución escrita?  ¿Por qué no se echan a la calle periódicamente "los pueblos" de esos países para reclamar un cambio constitucional que puedan votar para "dar legitimidad" a su sistema de convivencia? ¿por qué sus políticos no plantean cada treinta años o así que hay que "acomodar la Constitución a los tiempos actuales"? ¿Por qué es posible que representantes de los ciudadano

Lo que vale tu palabra (I)

3 de junio de 2014 Promesas del Este Parece difícil estos días escribir,  en España,  de algo que no sean los resultados electorales de las pasadas elecciones europeas o la abdicación del Rey y el debate sobre el régimen político y el cambio constitucional. Así que, aunque me da un poco de pereza, me pongo con lo primero: merece la pena analizar tanta chorrada acumulada.  Respecto de las elecciones generales, la caída del PP y del PSOE no me sorprende (creo que a nadie), pero el ascenso del "fenómeno" Podemos me parece un indicador tristísimo de miseria intelectual. Que haya tantos compatriotas que creen que la crisis ha sido culpa enteramente "de otros" (banqueros, ricos, políticos, empresarios...) y que su solución es un Estado intervencionista al estilo Venezuela, sin responsabilidad individual,  sin iniciativa privada, sin seguridad jurídica, sin separación de poderes, que proporcionará una paga a todo ciudadano, que garantizará la " d

¿Despedimos enfermeras?

4 de marzo de 2014 Esta es la primera idea que se me ha venido a la cabeza después de leer hoy en twitter un comentario acerca de la necesidad de contar con ponentes especialistas en materia de tecnologías de la información y las comunicaciones "que fueran mujeres". Y además calificando esta petición como una demanda de "igualdad". Yo, la verdad, hay días que dudo muy seriamente de que sea verdad eso de que el ser humano es racional. No es posible. Vamos a ver ¿qué diría esa misma persona (o cualquiera de las que comparten ese punto de vista) si semejante reflexión fuera hecha para pedir que esos ponentes "fueran hombres"? incendiarían la red, pondrían el grito en el cielo, llamarían machista al autor del comentario, lo denunciarían ante los Tribunales y, si pudieran, lo emplumarían con brea. Pues señores, si está mal pedir que para desempeñar cualquier actividad profesional se pidan hombres por el mero hecho de serlo ¿podría alguien e

Procusto, el igualador supremo

22 de enero de 2014 A finales del año pasado decidí cambiar un seguro de vida que tenía desde hace varios años y suscribir uno nuevo, con características diferentes. Cuando contacté con la entidad aseguradora (por teléfono) para informarme, mi sorpresa fue mayúscula al descubrir que, si bien la cobertura económica del seguro suponía un importe del doble del anterior, la nueva anualidad era ...¡cinco veces mayor!  Como el tiempo transcurrido no era tanto y mi deterioro físico era desconocido para mi interlocutor no pude por menos de preguntarle el motivo de semejante incremento en la póliza y, sobre todo, de semejante desproporción respecto al anterior. La respuesta me dejó tan alucinada que aún no me he repuesto y cuando me ha llegado el cargo bancario correspondiente, al recordarlo, he querido compartirla con vosotros, lectores. Juzgad vosotros mismos. Tradicionalmente las pólizas de seguros de vida de las mujeres eran, para la misma edad y la misma cobertura

Adultos responsables o Estado invasor

13 de enero de 2014 ¿Qué clase de Estado deseamos? ¿qué clase de Estado estamos contribuyendo a crear por acción o por omisión? El pasado miércoles leí en el Boletín Oficial del Estado la prohibición de hacer campañas de comunicación solicitando la donación de órganos para personas enfermas. Me pareció una intromisión intolerable del Estado en la vida privada de las personas y así lo comenté en twitter   Mi opinión generó un debate con algunos compañeros en el que se tocaron varios puntos interesantes. Lo limitado de twitter a la hora de exponer y argumentar ideas me ha llevado a escribir esta entrada con el propósito de tratar en detalle lo que en mi opinión es el auténtico fondo de este y otros debates semejantes, es decir ¿hasta qué punto estamos dispuestos a renunciar a nuestra libertad y responsabilidad individuales en beneficio de un Estado protector que nos "cuide"? y ¿cuáles son las consecuencias de esa renuncia? No voy a analizar los pros y contras

Pensando en nuestros padres al comenzar el año

4 enero 2014 El comienzo de año es una fecha propicia a los buenos propósitos: ponerse en forma, aprender inglés, cambiar de trabajo... del mismo modo que el final de año es proclive al examen de conciencia y a la reflexión sobre el período que finaliza. Yo no soy una excepción y, de hecho, se trata de un ritual que practico a conciencia cada año, convencida de que aunque no pueda cumplir todos mis propósitos, el hecho de reflexionar y hacerlos es un primer paso para mejorar. Y tampoco me importa que haya propósitos que se repiten en mi lista todos los años... ¡la vida es una carrera de fondo! Pero este año se ha colado tanto en mi examen de conciencia como en mis propósitos una realidad profundamente triste que hasta ahora no había visto de cerca y ya se sabe que ojos que no ven...corazón que no siente. Varios conocidos tienen a sus padres, madres o ambos, con una avanzada edad y una salud mental deteriorada y en estas fechas de reuniones, nostalgia, recuerdos y c