Procusto, el igualador supremo
22 de enero de 2014 A finales del año pasado decidí cambiar un seguro de vida que tenía desde hace varios años y suscribir uno nuevo, con características diferentes. Cuando contacté con la entidad aseguradora (por teléfono) para informarme, mi sorpresa fue mayúscula al descubrir que, si bien la cobertura económica del seguro suponía un importe del doble del anterior, la nueva anualidad era ...¡cinco veces mayor! Como el tiempo transcurrido no era tanto y mi deterioro físico era desconocido para mi interlocutor no pude por menos de preguntarle el motivo de semejante incremento en la póliza y, sobre todo, de semejante desproporción respecto al anterior. La respuesta me dejó tan alucinada que aún no me he repuesto y cuando me ha llegado el cargo bancario correspondiente, al recordarlo, he querido compartirla con vosotros, lectores. Juzgad vosotros mismos. Tradicionalmente las pólizas de seguros de vida de las mujeres eran, para la misma edad y la misma cober...