Una entrevista sin audiencia


La corrección política y la gestión de las discrepancias

Hace algún tiempo me llegó una propuesta para una entrevista virtual. Se trataba de una serie de entrevistas a mujeres con el propósito de "visibilizar el trabajo de la mujer en el sector público".

A continuación os pego las preguntas y mis respuestas, que se han publicado hoy (6 de septiembre de 2018) en Novagob.

Y termino con una pequeña propuesta: entre tanta "visibilización" ¿hay alguna iniciativa para visibilizar el trabajo de las limpiadoras (casi siempre mujeres) y de los barrenderos (casi siempre hombres)?


1.      ¿Crees que la mujer está suficientemente representada, visible en el sector público?

En mi opinión hablar de “suficientemente representada” da pie a numerosos equívocos: suficientemente ¿en relación a qué? Si hablamos en términos absolutos, en muchas áreas de actividad pública hay más mujeres que hombres, mientras que en otras la situación es la contraria; si en este segundo caso nos preocupa la escasez de mujeres, ¿no debería preocuparnos la escasez de hombres en el otro?. Si hablamos en términos relativos entonces la pregunta sería ¿qué entendemos por visibilidad? ¿Que el porcentaje de mujeres altos cargos sobre el total de mujeres sea comparable al de hombres? ¿Que el porcentaje de mujeres sea aproximadamente el mismo en todos los cuerpos y niveles? ¿Que el trabajo de las mujeres se “etiquete” como hecho por mujeres para “valorarlo”?

El sector público es de los más igualitarios en términos de selección y el hecho de que haya mayoría de mujeres en muchas de las áreas del sector público creo que es una prueba de ello y de algo más: que es más fácil conciliar la vida familiar en el sector público que en el privado. Y este segundo elemento es también atractivo para los hombres, afortunadamente cada vez más.

Si entendemos por visibilidad las carreras profesionales, prácticamente todos los altos cargos de la administración han sido alcanzados ya por mujeres, aunque es cierto que, en bastantes áreas no en una proporción equivalente a la de su presencia global en la misma. Posiblemente ese sea el aspecto en el que me parece que sí se podría hablar de una falta de representatividad, en la medida en que la distribución del talento es comparable entre mujeres y hombres.

No obstante, las iniciativas centradas en corregir esa desigualdad por el procedimiento de cuotas o de resaltar algo por el hecho de que su autora / responsable haya sido una mujer me parece contraproducente y, en cierto modo, paternalista (¿o maternalista?).  Yo prefiero insistir en la individualidad, en el talento único de cada persona, en lo que la hace irrepetible, más allá de la pertenencia a grupos por género, procedencia, creencias…


2.      ¿Te has sentido alguna vez discriminada o perjudicada por ser mujer en el ámbito del sector público, en el desarrollo de tu carrera profesional? ¿Cuál es tu experiencia?

No, en absoluto. En la mayor parte de los casos, en mi carrera profesional, ser mujer ha sido una circunstancia más de mi persona, algo que me caracteriza, junto con otras muchas cosas, pero no me define. En otros casos, ha sido incluso una ventaja ser mujer en colectivos mayoritariamente masculinos, dando mayor relevancia a mi punto de vista o generando mayor interés en mi participación o aportaciones.


3.      ¿Cuál crees que son los mayores obstáculos con los que se encuentran las mujeres en el sector público? ¿Cuáles te has encontrado tú?

Sinceramente los mismos que en el resto de la vida: las expectativas que la mayor parte de nosotras mismas y nuestro entorno tenemos acerca de la vida familiar. Nuestra sociedad, y en gran medida nosotras mismas, seguimos dejando una gran parte de las responsabilidades asociadas a la familia en manos de las mujeres y eso tiene un precio, que, habitualmente, lastra nuestra carrera profesional.

En paralelo, las redes informales de contactos –que tienen una influencia muy grande en la carrera profesional- suponen una dedicación de tiempo libre importante, que en determinados momentos de la vida personal, las mujeres no estamos dispuestas a comprometer.

En mi caso no hablaría de obstáculos sino, justamente, de ciertas elecciones que tal vez algunos hombres no se han planteado hacer, como no quedar regularmente a comer o no practicar algún deporte social los sábados por la mañana…

4.      ¿Consideras que hay igualdad en el sector público? ¿Alguna diferencia con el sector privado? Quizás ¿la brecha salarial?

Como ya he señalado antes, creo que el sector público es, en este aspecto, un referente, con las luces y las sombras de la sociedad a la que pertenece, y con posibilidades de mejora. En cuanto a la discusión de la brecha salarial en el sector público creo que habría que reconducirla a un modelo global de productividad y cumplimiento de objetivos, que evalúe y recompense personas y resultados y no en un modelo decimonónico de “puestos” supuestamente iguales que determinan salarios invariables.

5.      ¿Qué medidas crees que podrían adoptarse para mejorar la posición de la mujer, para reconocer adecuadamente su papel en el sector público?

Las mismas que adoptemos para reconocer el papel de los hombres…  a lo mejor dejar de hablar de hombre y mujeres, como dos realidades contrapuestas o enfrentadas y empezar a hablar de personas. Y, sobre todo, fomentar una cultura de co rresponsabilidad familiar.

Y después de esto, como de costumbre un poco de música barroca: "La vendetta" de Barbara Strozzi, cantada por Roberta Invernizzi







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